La actuación de mantenimiento correctivo del embrague más común es la sustitución del kit de embrague. Este kit está formado por el plato de presión, el disco de embrague y el collarín de desembrague (cojinete).
La sustitución del kit de embrague también puede considerarse como un mantenimiento preventivo, puesto que, si no se lleva a cabo cuando se perciben síntomas de anomalía en el mismo, este componente puede causar mayores problemas en el vehículo: averías en el volante bimasa, en la caja de cambios, en el motor u otros.
Limpiar todas piezas importantes
Antes de montar un embrague nuevo, limpie el interior de la campana y todos los componentes del sistema de accionamiento, como la horquilla de desembrague, el casquillo de guía del collarín de desembrague, y también el árbol de transmisión, incluyendo el estriado múltiple. Esta es la única forma de identificar señales potenciales de desgaste en estas piezas que afectan negativamente el comportamiento de desembrague. Si ve que existe algún tipo de daño, los componentes descritos también deben ser sustituidos.
Es importante siempre tener a la mano: bloqueador de giro, lija, grasa lubricante y centrador de embrague.
Pruebas axiales
Es muy fundamental que realice una prueba de excentricidad axial del disco de embrague antes de sustituir un embrague, incluso si esto no se sugiere en el plan de asistencia técnica. Como el accionamiento del embrague es un proceso muy preciso, la excentricidad axial del forro no debe estar muy por encima de 0.5 milímetros. En caso contrario, el cambio de marchas es muy difícil o completamente imposible.
3. Disponer de un centrador de embrague
Disponer de él es necesario para que el disco quede perfectamente ensamblado y centrado en el plato. La mayoría de los kits actuales incorporan este instrumento, pero, si el kit no lo incluye, es necesario que el taller disponga de esta herramienta especializada para el modelo de vehículo en cuestión.
La tolerancia entre el árbol de transmisión y el cubo estriado es de solo unas pocas centésimas de milímetro. Incluso una deformación mínima durante la inserción del árbol de transmisión reduce la movilidad que se requiere posteriormente para el desembrague.
Al cambiar el embrague de un coche, debe tenerse en cuenta que existen diferentes tipos de embrague según su sistema de apriete.
Las averías más comunes
El empleo prolongado del clutch o el uso inadecuado del mismo por parte del conductor pueden propiciar una avería del componente.
Y las más frecuentes son:
El desprendimiento o desgaste del forro del disco de embrague.
Defectos de estanqueidad en el volante bimasa o en el sistema hidráulico.
Deformaciones en la carcasa o el aflojamiento de los tornillos de apriete.