La rótula de la dirección puede desgastarse por varias razones, ya sea por la entrada de agua o suciedad cuando hay grietas en el guardapolvos que la cubre, por utilizar llantas en mal estado o circular frecuentemente en caminos irregulares.
Se trata de una pieza de alta rotación en cualquier taller mecánico, por ello es importante saber identificar las señales de una posible falla: desde un juego excesivo de la dirección, hasta ruidos o crujidos metálicos al girar el volante e incluso dificultades al alinear las ruedas.
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Equipo adecuado
El cambio de la rótula no requiere herramientas muy especializadas, pero es importante tener a la mano, además del removedor de óxido, un gato hidráulico, una llave dinamométrica, un juego de llaves de tuerca y gis para hacer marcas.
Preparación
Eleve el vehículo para facilitar la operación y retire la rueda correspondiente. Si fuera necesario, utilice el limpiador de óxido para tratar las partes a desmontar.
Revise medidas
Utilice el extractor de rótulas adecuado para retirar la pieza de su encaje en el cojinete de la mangueta. Es importante que marque la posición de la rótula respecto de la varilla de la dirección con el gis, o bien, que tome la medida de la rosca de la rótula sobre esta misma varilla, para que pueda colocar el nuevo componente en la misma posición.
Seguridad ante todo
Tras montar la nueva rótula y devolver la rueda a su sitio, es importante realizar la alineación de las llantas para prevenir riesgos una vez que el auto salga del taller.